Flores Arrancadas a la Niebla

Autor: Arístides Vargas
Actrices: Carmen Vals y Pilar Puente
Ayudante de Dirección: Rocío Mostaza y Noam de la Rosa
Producción Ejecutiva: Rocío Mostaza
Diseño de Iluminación: Juan Gómez Cornejo(AAI)
Escenografía: José Luis Raymond
Vestuario: Cristina G. Gadea
Audiovisuales / Diseño grafico: Nany Turco y Juan Melnik
Técnico de luces y sonido: Nahuel Picone
Dirección: Jorge Eines

Tejido Abierto Teatro

ESTRENO EN MADRID  ABRIL 2024
LA SALA  – PALOS DE LA FRONTERA 3 (Madrid)

14, 21 y 28 de Abril 18:30 hs

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“He recorrido cientos y cientos de anécdotas de exilados, de desterrados, de gente miserable echadas al mundo, desechados del mundo, intentando encontrar lo no evidente, lo que no enumeran las estadísticas, ni hablan los noticieros cuando dicen que una temblorosa chalupa naufragó en la orilla de occidente, he recorrido lo no dicho porque es vano decir lo que la imagen dice, por eso Aida y Raquel, siempre hablan desde lo ordinario, aunque suene de otra manera.”

Arístides Vargas

La de Raquel y Aída es una soledad ligada a la memoria de lo
esencial que las incita a recordar y las invita a caminar hacia
adelante y conocerse.

Después de haber vivido su propia oscuridad y embeleso, Aída y
Raquel necesitan saber quién es el Otro. Pero primero deben
descubrirse a sí mismas. Es por eso que hablan de lo más
cotidiano, que nombran lo que tienen más a mano o al alcance
de su mirada: un pedazo de queso, un libro, un policía, un tren,
los pájaros, las flores disecadas, el recuerdo del tío, de la
madre, las fotos de familia…” porque cuando las
nombran las mutilan y es la misma mutilación de Raquel
cuando decide arremeter contra su cuerpo, como si arremetiera
contra su propia soberanía o pertenencia” … El exiliado se
desprende de su propia identidad y se sumerge en la geografía
interior del Otro. Aceptar esta resurrección espiritual supone
volver a uno mismo.

 

 

“Flores arrancadas” está habitada y vivida por mujeres. Al
desarraigo y soledad que supone el destierro y al que se unen los
prejuicios y la marginalidad de su condición. Pero también es un
lugar de encuentros, de vida en las fronteras, de lenguajes
nuevos y de lazos que se tejen en los márgenes.

Aída y Raquel están disponibles para vivir cualquier experiencia
como mujeres que son, están abiertas al dolor y al goce. En ellas,
el alma, en permanente oscilación entre lo consciente y la
memoria interna, intenta reanudar una unidad perdida. Son
mujeres que, si atendemos a su necesidad, se presentan en la
escena de lo atemporal, sin un antes ni un después, a semejanza
de esas horas estivales en las que la
La naturaleza contiene la respiración y el tiempo parece
detenerse.

La atemporalidad de estas mujeres no es eterna, en
el sentido de un tiempo sin fin, es simplemente una suspensión
de las relaciones temporales. Es atemporal porque ni el pasado ni el futuro
cuenta, puesto que el pasado se diluye y el futuro está por
vivirse, con lo cual no existe.
Ninguna de estas dos mujeres tiene una historia concreta, pueden ser todas
las mujeres o pueden ser ninguna mujer, es decir, que no están marcadas por un hecho
en sí, sino por todos los hechos que pueden ocurrir en cualquier
momento de la historia.

En “Flores arrancadas a la niebla” Pilar Puente y Carmen Vals interpretan a Raquel y Aida. Dos desconocidas que se encuentran en una estación de tren huyendo de su tierra. Desconfían. Se necesitan. Llevan consigo tan solo una maleta. ¿Puede una maleta contener el pasado, presente y futuro de una persona? ¿Puede el sonido de un tren, ser un tren? Actrices y personajes se fusionan en cada ensayo en un viaje hacia lo desconocido. Lo inexplorado. Buscando en cada ensayo aquello que no estaba antes de ponerse a trabajar. Como dice el director de la obra, Jorge Eines, hacemos para entender y mientras entendemos hacemos.

Se basa en dos cronologías:
El pasado, ya que la música de Clara Shumman, célebre
compositora del siglo XIX, dota a esta propuesta de una
metáfora sobre la mujer, la lucha y el tiempo.
El presente, la imágen de las mujeres escapando de las guerras
del presente, en una estación que son luces de neón, en una
selva que son cientos de tiestos. Ya no son las antiguas maletas,
ahora que la moda nos ha dado colores y otras texturas,
seguimos escapando.
El minimalismo y una concepción contemporánea de la imagen
impregna y atraviesa la propuesta escénica.

 
La metodología creativa de Jorge Eines inspira y determina la
propuesta: los cuerpos trascienden los espacios y los modifican a
favor del relato. Desde el diseño escenográfico nos situamos
inicialmente en un invernadero, donde una gran cantidad de
tiestos cambiarán nuestra perspectiva espacial; Posteriormente,
utilizando recursos de tecnología con neones horizontales y
transversales dmx, nos situaremos en todos los espacios
mencionados en “Flores arrancadas a la niebla”. Cuando pasen
los trenes, la escena tendrá la capacidad situarnos en el viaje de
Aida y Raquel.