20 de abril. Calle Mayor. Antes de llegar a la Puerta del Sol. Me cruzo con Itziar M. Toda ella una mamá con un niño de 6 meses en su carrito. Hace 20 años tenía todas las opciones para ser una actriz. Ahora hace televisión con gran éxito personal.

21 de abril. Peer Gynt en Aranjuez. Voy con ellos. Un Teatro pequeño. Una caricia para espíritus inconformistas. Cada vez lo soy más. No puedo vincular el Arte con la trascendencia ni mediática ni social. Solo concibo lo que se hace para elaborar una obra con materiales diversos. Peer Gynt aguanta. Tejido Abierto Teatro también. Los grupos, aunque funcionen artísticamente siempre se duelen por el mismo lado. Brecht: “Toda la moral del sistema está basada sobre la cuestión de los medios de vida. Es culpable cualquiera que no tenga dinero”

23 de abril. Veo al Barcelona contra el Real Madrid por televisión. Disfruto con Iniesta y Messi. Ya no se ir al futbol. No puedo verlo en directo. Me quedo esperando la repetición de los goles. La trasmisión sin Jorge Valdano haciendo los comentarios es mucho menos apetecible. Mi amigo, profundo y objetivo, me cuenta cosas mientras transcurre eso del futbol tan hermoso y pasional. Yo lo escucho como si siempre con su relato, pudiera aprender algo. Creo que eso es la amistad. Aprender algo.

Festejamos los goles con Carmita. Camila no está. Fede tampoco. Lo presiento por la calle. Deseo encontrarlo. El amor no produce ninguna garantía de estabilidad. ¿Amor liquido? Quizás somos todos Zygmunt Bauman . Todo líquido.

24 de abril. Hoy en Clase La Señorita Julia. No puedo dejar de asociarla con Carmen Vals. Una actriz reveladora de tantas cosas para mí. Fue el primer trabajo que me atornillo a su palabra y a su verdad.

Celos y estupidez. Alguien me cuenta que una alumna interfiere y evita que su novio trabaje con otra compañera. Sus celos la convierten en mucho menos de lo que es. Barthes sigue diciéndome una y otra vez. “Se mata lo que uno ama y encima nos sometemos a una nadería”

Mi vida actual y la mujer. ¿Qué me pasa con la condición femenina? Cada vez admiro y respeto más a la mujer que construye desde sus convicciones. El erotismo me convoca. La genitalidad no. Hay cosas que ya no me interpelan. El viejo deseo circula por territorios casi vacíos, despojados.

25 de abril. Con Cesare Pavese. Igual que el en su Oficio de Vivir. “Hoy, nada.”

26 de abril. Me interrogo por el sentido de este Diario. Se lo pregunto a, Benjamín Cortes Lyon. Copio su respuesta. “Eres un hombre que vive de quedarse e irse a la vez, amar y huir… La puta madre, ¡Jorge! ¡Cómo dominas tu propia técnica!!!”

Me encuentro con Enrique S. Acordamos trabajar juntos con Peer Gynt y más cosas.  Me gusta como formula sus coherencias. Nos necesitamos y ambos lo sabemos. No encuentro nada que me distancie de él, cosa que no me ha ocurrido con otros productores. Con Jesus C. o con Enrique C. Con ellos siempre el dinero está en medio. Con Enrique S. no.

28 de abril. Juan Echanove. Tan cercano desde Quevedo como cuando recorríamos España con Borges. No hay ninguna mentira bonita que pueda ocultar su talento. Omnipotencia y milagro.

De paso hacia el Teatro voy a De Tarima. La librería. Clemente me dice que Gedisa no distribuye todo lo que le piden. En fin. Lo de siempre. Gedisa tiene sus razones y los libreros las suyas. Yo que no como de vender libros y escribo para que me lean permanezco ajeno a esa batalla que, aunque no me pertenece me concierne.

29 de abril. Macbeth en Buenos Aires sigue su camino.  Voy tomando distancia, pero sigo enganchado en un proyecto con muchos pliegues humanos y artísticos. Sigo espiando todo lo que puedo en la distancia. Madrid está lejos.

30 de abril. Navid en casa. Un refugiado de Pakistán. Cuatro dedos menos perdidos por congelación desde su casa hasta Lesbos. Su relato es la marca de nuestro tiempo. Es un suicidio cotidiano de un universo suicidado por la sociedad, Como Vincent Van Gogh, pero en plan mundial. Me encierro a las 12 de la noche en mi cuarto y me deprimo. En la mitad de la noche la televisión me somete a la aceptación. Aplaca el cansancio existencial.

Santa Fe. Con mi madre y mi padre mientras desayuno en el Hotel Castelar. Ahí se casaron y me gusta regresar a lo que ya no queda de aquel rito. Para mí, ahora, es mito. Me gusta reinventarlo. Por eso haré el Seminario en septiembre. Bueno. No solo por eso.

 

 

 

 

 

 

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