Viernes 16 de noviembre. De regreso. Mientras Tanto recibo los ecos mexicanos y los augurios argentinos. Desde Medellín Cristóbal Peláez dice: Órale Güey. Coincido con el Maestro Cristobal.

Sábado 17 de noviembre. En marzo Jorge Dubatti en nuestra Escuela. Me gusta. En Diez horas dirá todo lo que hay que decir. El resto es silencio.

El Previo. Desmoronar. No es quitar lo que sobra. Es quitarse uno del medio. Derrida. Violento. Con dolor. El sujeto implota.

Domingo 18 de noviembre. Imaginar. Construir sentido. Esa es la droga dura del trabajo del actor. Si no la descubre nunca será un buen drogadicto del Arte.

Lunes 19 de noviembre. Walt Whitman. “Erase un niño que salía cada día, y el primer objeto que veía, en ese objeto se convertía” Y hoy, mientras divago entre Hemingway y Coriolano, encuentro una definición que me impulsa a comenzar la semana.

Martes 20 de noviembre. Marta. Luis. Nico. Me hacen aterrizar en la Escuela. Si los miro muy pero muy fijo, los veo crecer.

Miércoles 21 de noviembre. Yo te presto atención. Te la presto o te la regalo. ¿Como es eso de dar, pero no dar?

Viernes 23 de noviembre. ¿Por qué escribo este diario? Para ser menos peligroso. Entre la libertad y las obligaciones hay un hueco. Enorme. Nefasto. El límite es la existencia de alguien cercano que justo ahora desea lo mismo que yo.

Hoy estrenamos Hemingway y Los Bisontes Negros. En Balcarce. Lori Y Paul, personajes, me dieron una opción. Sentirme interpelado. Me cuestionan. Son testigos de una fuerza ética que no tengo. Voy con ellos como catarsis. ¿Por qué contar esta historia? Hay que poder hacerlo. Mirar la basura y hacer algo con los residuos. ¿Florencia y Pablo? Enteros. Dignos. Talentosos. Responsables.

Sábado 24 de noviembre. El Arte no da una respuesta objetiva a la existencia de cada uno. Solo subjetiva y por eso mismo imprescindible. Nos invita a reparar como cada uno va pudiendo, la conciencia de muerte.

Miro los políticos en la televisión. Creo que no tienen tiempo para leer una novela o un ensayo. Tienen eso en común. No leen. Por eso son peligrosos.

Domingo 25 de noviembre. Ensayo Macbeth. Una acción me comunica con el entorno y con un compañero.  Sin comienzo. Sin final. Se continua en un todo y no ilustra. Se expande y relata. Son partes de un todo que acaban contando algo. Así ensayo.

No trabajar con el actor en el proceso creador, se debería llamar, racismo del saber. Se expropia el valor de crear. Alguien se lo queda en nombre de una supuesta verdad.

Lunes 26 de noviembre. Nunca acaba de cerrar. Ese otro que está ahí fuera y que se vive como lo necesario. Se llama deseo. ¿Es factible un querer que no se apropie del otro? Puedo vivir una clase o un ensayo como un actor de amor. Un objeto de deseo que no me nubla ni me pone ciego.

Martes 27 de noviembre. La intensidad del amor y la violencia del final. ¿Por qué? Los modelos estúpidos. Monogámico. Posesivo. Heterosexual. Reproductivo. Los restos del amor como una imposición de lo social. Walter Benjamín tiene razón. Creerme que la tiene. “hay que cepillar la historia a contrapelo”

Miércoles 28 de noviembre.  Sigo aprendiendo a pelear contra aquello de mí mismo que me somete y me hace creer que está hecho lo que aún tengo que hacer.

Jueves 29 de noviembre. Mi vesícula y Julio Álvarez Vela. Con un medico así uno acaba creyendo que la palabra es algo más que una opción metafísica. La palabra cura. Nadie sabe lo que no puede un cuerpo.

Siempre Goyo. Spinoza. Baruch. Ética. Parte 3. Proposición 9. “Nosotros no queremos ni deseamos algo porque lo juzguemos bueno, sino que, al contrario, juzgamos que algo es bueno porque lo queremos y deseamos”

 

 

 

 

4 comentarios

  1. Descubrir sin pensar, con el viaje que cada uno sigue para no pensar y para romper, no somos nadie… en nadie no queremos quedarmos… pero en un previo solo en la nada se es algo… Abrazo desde la nada maestro.

  2. Hace poco más de un mes tuve la oportunidad de presenciar por primera vez «el previo». El primer sentimiento que experimenté fue un tremendo temor y el primer pensamiento fue un nombre: Jacques Derrida. Curiosamente ayer mencionaste a Byung Chul Han, uno de los filósofos más interesantes del momento y más «raros» ya que ha publicado varios «best sellers», y eso para un filósofo es todo un logro. Tanto Derrida como Byung Chul Han maman de Heidegger. La pregunta por el sentido del ser sigue vigente. Sin embargo la pregunta que ahora más me interesa es profundizar en la capacidad del actor como constructor de sentido (que tanto insistes en las clases).

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