Lunes 30 de septiembre. ¿Narrar?  ¿El que? Solo puedo contar las dudas. Cada vez tengo menos certezas que contar aquí.

Martes 1 de octubre. Gustavo Miranda. Desde San Pablo. Desde su libro. Siempre cerca. “Dios es el resto de las cosas que uno no entiende”. Y eso que ya está muerto. Cuando Nietzsche tiene razón es que tiene razón. Y Gustavo también.

Jueves 3 de octubre. Camino por Madrid. Los turistas arrasan con todo. Los voy esquivando y me avergüenzo de lo que siento. Buena parte de España come diariamente gracias a ellos. Lo saben. Son dueños de algo. En fin…un mal menor. Muy menor.

Viernes 4 de octubre. Este diario. Un acto literario más que una confidencia. Me oculto detrás de la sinceridad y lo envuelvo en literatura. Lo íntimo es otra cosa.

Mi hijo Fede. “Sabes que no quiero leer tu diario papá”

Sábado 5 de octubre. Una elección con culpa. Estar solo en medio de los demás.

Domingo 6 de octubre. Competir. Salvarse contra los otros. Eso que tiene el otro lo quiero yo. Un paradigma imposible de superar. Yo bebo algo que me envenena y quiero que se mueran los demás.

Martes 8 de octubre. Leo La Octava Vida de Nino Haratischwili. Un siglo por detrás y mi familia renace y muere mientras me intoxico de odio a Stalin.

Miércoles 9 de octubre. Para que un personaje llegue a ser lo que es no hay que tener ni idea de lo que puede llegar a ser.

Jueves 10 de octubre. Antes la tierra era para quien la trabajaba. Ahora es la vivienda para quien la vive. Gracias Camila.

Viernes 11 de octubre. La técnica es la conciencia. De ahí a la ética hay un paso no muy largo. ¿Porque quien actúa puede no necesitar una formación ética y técnica?  Porque recibe un mandato que anula esa necesidad.

Sábado 12 de octubre. Después de amar ame. Vino Serrat y se lo quedo. A veces la poesía se ocupa de lo real.

Domingo 13 de octubre. El Arte para el individuo. No como parte de algo que lo esclaviza. Ni siquiera la técnica como certeza. Sino como recurso que propicia actividad. Ni dogma ni doctrina. Reacción contra el sometimiento.

Lunes 14 de octubre. Solo se que leo mucho y lo olvido casi todo. Sigo leyendo por el inmenso placer de leer y porque sino el silencio se lo devora todo. Hablo mientras leo.

Martes 15 de octubre. Este gran mausoleo que es la humanidad. La continua repetición de búsqueda de justicia y represión que suena a fin de los tiempos.

Miércoles 16 de octubre. Finjo superficialidad para ser entendido. Construyo y me obstruyo para no quedar fuera de lo social. ¿Hay alguien ahí?

Jueves 17 de octubre. San Perón y yo en Madrid.

¿Valores? Algo de humildad, pero no excesiva. Amar el placer sin ser elitista. Querer saber. Aprender. Conocer. Así me salvo de la codicia y el lucro.

Viernes 18 de octubre. Gira Macbeth. Inicio en Valencia. Seis funciones y el pack pedagógico. Me reinvento desde el cansancio y lloro de placer viendo a Peter Brook a los 94 años.

Sábado 19 de octubre. No hemos ensayado para estrenar, pero aquí estamos. La gran enfermedad se llama urgencia y estreno. ¿A dónde va el que actúa? A encontrarse con un espectador que lo ayude a escaparse de sí mismo.

Domingo 20 de octubre. Una técnica para actuar. ¿Cuál? La del puede ser. A lo mejor. Quizás. Allí es donde manda el cuerpo y la imaginación. Y entonces Macbeth deja lugar para la ilusión. Un equipo trabajando. Una subjetividad que nos hace mejores.

Martes 22 de octubre. Jessica. Una tormenta tranquila. Y vamos pudiendo en la escena y ahora en una gestión que no la desborda, la acompaña. Yo voy entendiendo sus tiempos.

Miércoles 23 de octubre.Fede me lo recuerda. Hoy hace 43 años que llegamos a España.

Una actriz. Tu inconsciencia te protege de ti misma. El talento oculta la debilidad. ¿Hay algo por aprender? Vendrá a destiempo, pero vendrá. ¿Estas?

 

 

8 comentarios

  1. «Hay que vivir», dice José Ramón Fernández en su / nuestra «Babilonia». Y yo agrego «hay que aprender a vivir». Eso es lo que pienso cuando te leo, que tratás de comprender la vida y para eso hay que aprenderla.

  2. muchas resonancias en este diario 58….vos hablas de reacción contra el sometimiento y yo pienso en inobediencia como esa reserva íntima que no se opone, y desde ahí la creación, la diferencia en la repetición….Que ganas de encuentro en Buenos Aires y Madrid

  3. Hablar por hablar el cincuenta por ciento se da, cuando solo miramos y susurros nos hacen vibrar.

    No entender, ser, saber hacer y desahacer.

    Passion general por el buen comer, el bien estar y el buen besar, hasta que se fusióne con el buen observar, buen conversar y buen abrazar. Escuela para el espectador del teatro hilría hasta el altar.

    Somos parte de lo que criamos y queremos.

    El saber fracasar mejor como dice maestro Eines, demasiada miel, pero dulce y cálido. Un acto regular, un acto bueno, un acto rápido pero brillante, un acto malo y lento… pero un acto para disfrutar y jugar. Saber caer y fracasar hacía adelante y no hacia atrás.

    Se ve, se gusta, se quiere, se interesa yo también quiero esa mesa… No no, tienes la tuya, pinta la…. Si pero me gusta esa…pues aplaude y abraza para que siga la fiesta…

    La palabra como acción el trabajo para llegar a ser, construir, reacer…

    Actores, personas que actúan. Tienen que tener un porqué. Tienen que tener una paraque. Todos queremos ser libres anoser que te lo pienses.

    Día de pase, día de Lorca, un hombre sale de la fosa. Mientras unos estan para acercarnos y enlazar nuestro pasado, presente y futuro antes nuestros ojos otros son bendecidos por crear imperio, cruces y doctrina.

    Abrazo de buen viaje. Con ganas, con tacto, que nunca falte el juego, de otra manera…un reencuentro en el lado la luz.

  4. El escaparse de sí mismo y buscar en tu cuerpo las herramientas para hacerlo. Esa necesidad práctica tan necesaria para la incorporación de una técnica, para poder abrir el camino del entendimiento desde la constante búsqueda. Un constante autodescubrimiento. Una pregunta siempre abierta. Una disposición frente al descubrir y descubrirse.

  5. El escaparse de sí mismo y buscar en tu cuerpo las herramientas para hacerlo. Esa necesidad práctica tan necesaria para la incorporación de una técnica, para poder abrir el camino del entendimiento desde la constante búsqueda. Un constante autodescubrimiento. Una pregunta siempre abierta. Una disposición frente al descubrir y el descubrirse.

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