Se nos ve muy bien desde fuera. Cada uno en su hogar frente a una pantalla. A veces explorando en Internet en busca de esa información que trata de lo que le ocurre a los demás; otras veces mirando en la televisión una comedia de situación o un telediario. Constatamos que las cosas que le suceden a los personajes o a las personas reales, nos protegen de que nos ocurran a nosotros. Nos preservan de la molestia de tener que sucumbir ante lo real. Incluida la muerte, esa inevitable sorpresa que siempre le ocurre a los demás.
Mañana por la mañana iremos a ensayar. Somos gente del Arte del Actor y conseguiremos apartar por un rato la protegida intimidad a cambio del encuentro con los demás. Es una elección. En el ensayo somos una pulsión inquieta. Un deseo pequeño de trasgresión pero deseo al fin. Cada ensayo nos permite rescatar algo de un poder transformador que parece haber desaparecido ante tanto capitalismo exuberante. Salimos de la vida privada y entramos en la vida social. Tratamos de descubrir que quiere y que hace un personaje y eso que es técnica interpretativa acaba definiendo la relación estética de cada actor frente a la existencia. La propia y la del personaje.
Obsérvese que he escrito, que es lo que quiere y que es lo que hace. No, que es lo que quiere y que es lo que dice o que es lo que siente.
Hacer resuelve dos problemas. El del ser humano que ensaya y el del actor que acciona para encontrar un personaje. En fin. Tan contentos que estábamos pagando la hipoteca y ahora viene la crisis y nos condena a preocuparnos por esa parte de la vida privada que los mercados ya no saben solucionar.
Cada ensayo tiene que servir para comprender una época. No solo un personaje. Una época.
Se ensaya contra la realidad.
Se ensaya para saber más de lo que acontece con el individuo, mientras nos quitamos de encima la mediocre consistencia de lo obvio.
Se ensaya para dialogar con autores que nos impulsan a negociar convicciones y a combatir la docilidad con inteligencia y sensibilidad crítica.
Se ensaya para entender porque un millonario decide someterse a la codicia vendiendo perfumes en horario prime time y porque en un Centro Cultural de una pequeña ciudad de Colombia o Chile o Argentina, una actriz que huele a ese mismo perfume cree en si misma porque encarna a la Madre de Bodas de Sangre o a Blanche Du Bois del Tranvía Llamado Deseo.
Qué pena no. Estos políticos molestando con sus historias de mercados, mercadeos y mercaderes y nosotros que estábamos tan tranquilos ensayando.
Imposible. No existe esa tranquilidad. Ni siquiera en ese bosque en donde Cristian Simois se recluye para ensayar mas y mejor y desde el cual me escribe. En algún momento la realidad nos atrapa. Pues es así. Esa es la batalla de cada uno.
Construir su propia estética y creer en ella. Parece ser que cuando la realidad nos encuentre deberíamos estar ensayando.
Algo similar me dijo una vez el Maestro Santiago García. La semana pasada lo nombraron Embajador de Teatro en el mundo. Por mi no hacía falta el nombramiento. Hace mucho tiempo que lo era. Un abrazo Maestro.

10 comentarios

  1. Acabo de leer en un texto de Bergson:

    «Una madre que duerme junto a su hijo podrá no oir que truena, y en cambio le despertará un suspiro del niño».

    Esta es para mí la aisthesis de la existencia, sentirnos conectados con ciertas cosas que nuestra conciencia no piensa pero nuestro cuerpo siente.
    Este me apasiona del teatro, que se puede sentir haciendo con el cuerpo el dolor del judio torturado en tí mismo o el deseo por un extraño en un parque. A medida que perfeccionas tus ensayos comprendes mejor el viaje de la existencia que por otra parte no deja de escaparse como el existir mismo.

    Hedegger dijo algo al final de sus días que quedó para siempre en mi memoria corporal: En mi juventud escribí el «ser y el tiempo», porque creía en un ser que cuidaba del tiempo, pero ¿que sucederá cuando el ser ya no se interese por nuestro tiempo?

    Por lo tanto para mí la estética de la vida consiste en no permitir que esto ocurra, que nuestro ser se ausente de nosotros mismos, hasta olvidarse de que existimos, de que le merecemos la pena.

    Tienes razón en que se ensaya para conocer más del individuo, yo llevo muy poco contigo en este viaje en donde, como siempre, se resume mi existencia hasta ahora, hipoteca incluida. Es, como todo recorrido existencial, a ratos apasionante a ratos doloroso, como esa madre, o ese padre pongamos también, que para cuidar al ser debe dormir y no dormir a la vez.

    En ese quiasma entre lo visible y lo invisible de cada previo, de cada improvisación, cuido a mi ser para que no acabe despreocupandose de mi tiempo de vida.

    Gracias Jorge por crear un espacio donde escuchar los sonidos que existen cuando una obra se hace, que no son sino los ecos del ser creador construyendose paso a paso, goteando en cada contingencia, dando una imagen en donde cada uno de nosotros puede mirar núcleos de su ser en cada acción, la estética de su existencia.

    Emilio

  2. ¿Y por qué es tan rico el actor?
    En un momento en el que ya suena a chiste que uno cambie de coche cada año, de casa cada cuatro, yo cambio de personaje cada pocos meses.
    En un momento en que el burgués, o el que en algún momento así se creyó, ya no puede permitirse chalet en la playa, casita en la montaña y piso en el centro, yo puedo permitirme tres obras, tres trabajos y tres personajes al mismo tiempo. Se podría decir que hasta soy avaricioso.
    Aún recuerdo cuando años atrás me marché de mi tierra con miedo, sin saber a que me enfrentaría, mientras mis amigos se abrazaron a eso que se llegó a llamar «algo seguro». Hoy pocos de ellos se sienten seguros, trabajan en empleos que los hacen infelices y viven con más incertidumbre que yo, pues cada día puede ser el propicio en el que escuchen eso de » sabes que hay problemas y tenemos que recortar personal». Aunque suene a chiste soy el que mas tranquilo vive, tengo poco y sobrevivo haciendo lo que amo y siempre supe que así sería. Mi incertidumbre como actor, en cuanto a lo económico que nos da de comer, no es mayor que la del viejo compañero que estudió económicas, derecho o ingeniería industrial, no por amor, sino por encontrar «lo seguro».
    Hoy despido a Mitch, a mi bella Blanche y a ese tranvía, a la espera de que me otorguen mi nuevo bien, mi nuevo personaje, que será mío si soy capaz de sostenerlo, solo eso me pide, no es poco, bastante más bien, pero puedo permitírmelo.
    No se paga a letras, no pide IVA, ni IRPF, solo mi esfuerzo y entrañas. Lo dejaré al igual que todos en algún momento, con una sonrisa y lágrimas y a seguir invirtiendo en pasión, porque cuando la realidad nos pille podremos mirarla a los ojos y decir «ya te pille yo hace tiempo y por eso me dedico a lo que me dedico, vete a joder a otro».
    Un abrazo.

  3. Yo también dejé lo seguro por un sueño creativo que me hace levantarme cada mañana. Pero la realidad existe, incluida la hipoteca. Queramos o no vivimos en este mundo donde si no pagas el banco se lleva tu casa. A pesar de todo, no lo cambio. Mi vida está en los personajes que interpreto, bien o mal, pero con los que aprendo en cada ensayo. Es lo que deseo hacer. Gracias a todos los que comparten esa pasión día a día. A los compañeros que elijen venir a ensayar en lugar de una tarde de copas. En los ensayos nos encontramos.
    Besos y gracias.
    Mariel.

  4. Ay ay ay que razon tienen mis compis. Los ensayos es el unico espacio q tenemos para trabajar la creatividad y tambien donde uno es libre de verdad. Asi que ensayad ensayad…

  5. Ay La vida!!! Que carrera de fondo y que fondo más hondo,no?? A veces recuerdo cuando tenía mi casa, mi coche,mi buen sueldo y …mis ganas de salir de todo aquello!! La verdad es me divertía, cuando no estaba llorando o anhelando … me divertía. Pero sabía que no erá plenamente feliz. Ahora entiendo cada día más que esta carrera de fondo en la cual corro cada día no tiene meta, tan solo un camino por el cual correr. A veces seco a veces mojado, a veces solo a veces acompañado, a veces cuesta arriba y a veces …tirando .Y mientras tanto que? Mientras tanto me permito ser un poco más quien quiero ser, sin importarme lo que piensen los demas, mientras tanto me permito hacer lo que vine a hacer a este mundo sin importarme lo que halla que pagar, mientras tanto nutro mi vida con mi arte querido y adorno los días con encuentros casuales con seres de otros tiempos. Les presto mi cuerpo,mi voz,mi ganas y mi energía. Les doy parte de mi y me llevo de por vida parte de ellos.Intento escuchar cuando contestan a mis preguntas y a veces con suerte lo entiendo.
    Sigo mi camino y hago lo que puedo para llenar mi estomago. Pago mis facturas y el precio por andar este camino. Miro hacía atras y decido seguir caminando hacía adelante y mientras tanto ensayo : doy, comparto y recibo.
    Un besote a todos.
    -Juan Aragón

  6. Siempre me pregunto como puede haber tanto en tan poco!. Esa es la magia del teatro; que una sala de 15 metros cuadrados se convierta en un universo paralelo alternativo (aunque a veces no sea tan paralelo!), regido por sus propias reglas, y siempre desde lo mas creativo del que lo construye.

    Simplemente una delicia poder habitar ese pequeño universo! (aunque solo sea por unas horas al día….. ¡¡¡que bien aprovechadas!!!, no??)

  7. Querido Maestro, me gusta mucho leerlo, creo que finalmente la única realidad que importa es la del ensayo, la del encuentro, la del arte, la que nos moviliza, el entorno seguirá siendo cada vez más de lo mismo y quizás peor… por lo mismo, a disfrutar de la libertad de hacer lo que a uno le gusta en compañia y guía de quienes también comprenden esto como su realidad. Un abrazo inmenso y gracias siempre
    carolina

  8. De todos los colores, de todas las formas… de todas formas dicen los sabios que verdad solo hay una y que el resto es puro subjetivismo interesado a la hora de leer las lineas que nos presentan entre noticiarios, anuncios, titulares, propaganda, cultura y demas frases hechas que, muy bien hechas, estan para calar tan hondo en esa realidad que a todos pertenece y que de ninguno emana.
    Y si no diganme como es posible que siendo tan clara, tan contundente, tan logicamente poscicionada la verdad sea tan facil desvirtuarla, deformarla, jugar a la gran mentira con una sonrisa en la cara. Entonces me acuerdo de una palabra que nunca falla, compromiso. Siempre te quita la bandeja para que te des cuenta que mano sostiene la comida. Cuantos politicos estudian politica? Cuantos papas son pobres? Cuantos generales mandan a sus hijos a la primera linea del frente de batalla? Cuantos revolucionarios y libertadores prefirieron no derramar ni una sola gota de sangre que imponer su ideal? Cuantas veces te has mirado las manos y has dicho …de verdad no le debo nada a nadie? De verdad… Pero es que la verdad es muy sencilla y lo sencillo es dificil de ver, porque no se trata de genialidad, sino de mirada. Como los ninios, que creen que curan dando besos en las heridas.
    Mi abuela tiene 74 anios y tres trabajos. Es afortunada en este pais de parados. De la sala de consultas externas del ambulatorio de mi pueblo en Majadahonda sale una mujer con la cara amoratada de los golpes, su hijo que le acompania tambien guarda la verguenza en su mirada cabizbaja. En el supermercado Dia de enfrente de mi escuela de teatro el guardia jurado se pregunta a quien protege, al igual que el policia que custodia el Congreso de los diputados entre manifestacion y manifestacion. Mi madre telefonea todos los dias lavorables desde las 7 y media de la maniana a miles de personas dispuestas a comprar su felicidad por un modico seguro de vida que les deje tranquilos frente al televisor. Aurelio, de 83 anios, empuja su silla de ruedas todas las manianas desde su casa hasta el comedor social porque le han retirado la ayuda para dependientes y conseguir un plato de comida. Los dias que llueve no come. Luigi ahoga sus penas entre peronis y moretis en la via del pincolo, en el trastevere romano, porque sabe realmente que ninguno de sus amigos estara dispuesto a acompaniarle a casa cuando sus piernas flaqueen. Y yo ensayo, ensayo, ensayo y ensayo en mi cabeza todos los dias que haria si fuese ellos. Y siempre, siempre, siempre me pregunto la misma cosa: que quiero. Porque relamente no creo que nadie quiera levantarse a las 6 de la maniana para ir en un vagon de metro atestado por un sueldo que llaman salario base aqui, cuando en Dinamarca es el subsidio para un estudiante y en Bamako el sueldo de todo un anio. Tampoco creo que nadie quiera sentirse democratico por votar a un atajo de borrachos de poder vendiciendo el hecho de que su pais no sea una dictadura de militares furiosos y resentidos con la libertad de pensamiento. Me parece realmente dudoso que la gente desee darle su dinero a un extranio que le cobra intereses por hacerle el grandisimo favor de poder disponer de sus sudor con total confianza. Meto en el saco de la cuestionabilidad mas extrema que aceptemos sin mas el hecho de pagar por respirar, cuando ya lo hacemos por comer, dormir, beber o incluso follar. Me es inimaginable que a un actor le encante no pisar un teatro por el elevado precio de sus billetes, y ya no digamos ir a la opera, cuando mas de uno ni siquiera sabe que se hace alli.
    Porque digamos la verdad seniores, verdad solo hay una y para mi esta muy clara: que no sabemos lo que quremos. y por eso andamos perdidos por la escena, por la casa, por la ciudad y por nuestra vida, arrastrando pena a pena nuestra sonrisa. Que feo no? Verdad.

  9. Hoy, más que núnca, por primera y ultima vez en mi vida, yo, me declaro publicamente anarquista. Puede que no sea algo muy importante u original el hecho de que una persona entre las cinco o sies mil millones que habitan el mundo haga esta proclama, pero como primer principio anarquista emancipador e individualista lo declaro aca, en el blog de mi querido amigo y maestro Jorge Eines. Y lo hago en tu comentario al que llamaste la Estetica de la existencia por muchos motivos. Ser anarquista no es un título, ni un apodo, ni una moda, ni una teoria llevada a la práctica. Ser anarquista es un alma, un incienso, una justicia hecha de retina y venas, una jaula despedaza con las encías, un caiman que navega a profundas orillas un lunes por la mañana. Es decir, no es un esclavo de sus amos, ni un amo de sus esclavos. A mi me lo dijeron en una prueba de ingreso a la RESAD, y yo les respondi con esa sonrisa que lleva a revolucionar las visceras más apagadas: tu eres demasiado anarquista contigo mismo. Jajajajaja. Que alegria ser anarquista! Que alegria decirlo alto y claro a voz entre cuna y tumba y rabia y sueño y dolor y quemazon por ti que estas callendo al otro lado de la verja y no te conozco y te juro que te voy a interpretar! Ser anarquista, en la puerta de la escuela, en la manifestación frente al ministerio, en el bar de luces apagadas y sordidas bufonadas, y en las esquinas que nos aguardan en el cementerio. Ser tú, empezar y acabar ahí, y no dejar que entre ni la raiz del viento para que pague la candela. Ser joya, ser camicaze, inventor, loco, viejo, perro, guadaña, malta, teclado, cáliz, tierra, sed, paso, queroseno y que todo arda y se rehaga de nuevo. Ser lo que hay que ser, un hombre, una mujer, un niño y una niña, y lo demás, lo demás es ponerle al tiempo de desenredar las redes la obligación de pescar y pescar y pescar y pescar y pescar y asi seguiría mil años sólo escribiendo eso para decirme, y decirte, una y mil veces, que ser anarquista me salva de tragar y tragar y tragar y tragar las miradas coactivas de aquellos que bebieron la humillación en biberón de éxito y herencia.
    Ser anarquista y no dejar decirle ni mú a esa cabeza de mil pies llamada Teatro, o Capital, o Estado, o Arte, o Amor, o Justicia, porque todo es zarandeado hasta el sinsentido, hasta encontrarlo de nuevo desde donde ha nacido. Ser y no dejar de ser núnca, ni tras la muerte de los ojos, ni siquiera cuando nuestros abuelos o padres caigan y por supuesto ni cuando la vida diga basta. Ser anarquista y para cuando la realidad nos encuentre ya tener la pregunta sin respuesta abierta, estructurada y superada en nuestro ánimo: y tú, por que?
    Que ganas de estrenar, que ganas de correr, que ganas de seguir siendo algo que no sé, pero que recomiendo encarecidamente. Eso sí, la éstetica de un anarquista, ni una chapa, ninguna A con circulitos alrededor, ninguna cresta okupada en tu cabeza. Sólo mucha paciencia, esfuerzo y entrega.

Responder a Adam Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *