Lunes 30 de abril.  Regreso al Alamillo. Esta casa. Este entorno. Carmita y Camila. Aquello que me sujeta a el sosiego de crear lentamente. Escribir a fuego lento.

Lavalleja en Buenos Aires se acurruca a mi lado. Me ladra palabras del algún Rufián de barrio con bellas vistas al inconsciente. Otra cosa. Otro mundo.

Martes 1 de mayo. Siempre Goyo. Murió solo. Nos morimos apartándonos de los demás. “Rodeado de sus seres mas queridos. Larga enfermedad.” Dicen los periódicos. Eufemismos para diluir lo innombrable. Hacemos el amor lejos de los demás. Reflexionamos y leemos casi siempre solos. Soñamos cuando nadie nos ve. Ni siquiera nosotros mismos. Goyo estaba solo y yo vendiendo narcisismo en Lima. No me gusta. Claro que no.

Lo mejor de todo es que al fin y al cabo los mejores somos clandestinos. Nadie nos ve.

Ángel González. “Me hice ilusiones. No sé con qué, pero las hice a mi medida. Debió de haber sido con materiales muy poco consistentes.” Gracias Paloma. Cada vez más tú.

Regreso a la Astucia del Cuerpo. Soy ante todo un señor que no escribe del todo mal y que usa lo que escribe para ser un buen maestro y un buen director. Lo sigo intentando cada día. No se bien porque no renuncio. Por ahora sigo.

Miércoles 2 de mayo. Madrid me abraza. Buenos Aires me mira.  Mis alumnos españoles me abrazan como si fueran argentinos. Aprendieron a dar cuerpo antes de pelear para poder darlo en cada Previo.

Jueves 3 de mayo. El turismo es casi una patología de nuestro tiempo. Madrid es una ciudad invadida por miles de personas que van de un lado para otro con la obsesión de confirmar que están haciendo lo que hay que hacer. Turismo.

Chesterton. “Debemos aprender a amar la vida sin confiar nunca en ella”. Reencuentro con Paca Aguirre. Carmen me entrega Que planche Rosa de Luxemburgo. En 1987 descubrí gracias a ella que Luis Rosales creía que solo se aprende con dolor. Yo me separaba de Nora y Paca me enseñaba en sus charlas y su poesía, que el amor y el dolor son necesarios. Aprendí.

Viernes 4 de mayo. Hay días en que me siento agotado de hacer lo imposible. Pensar lo imposible. Escribir lo imposible para una enorme mayoría de actores que solo quiere lo posible.

Sábado 5 de mayo. Voy al Teatro. Entiendo tanto que no entiendo nada Laila. Para que contar lo que hay que accionar. Si así te lo he visto hacer muchas veces. No entiendo porque has resuelto no ensayar y que los demás decidan por ti.

Domingo 6 de mayo. Alguien, en algún lugar del mundo pide un puente hacia la tranquilidad.  Siempre hay alguien pidiendo lo que no se debería conceder.

Lunes 7 de mayo. Mi cuerpo que tiene su propia astucia me pide consejos y aquí estoy. Por tercer día consecutivo al borde del Manzanares. Para poder seguir pensando. Escribiendo. Amando. Dirigiendo. Enseñando, necesito un cuerpo entrenado. Debo dedicarme un a él. Un poquito. Debo hacerlo.

Martes 8 de mayo. Teatro Isabelino le dicen al teatro de William Shakespeare. ¿Porque fusionar la monarquía con Shakespeare? No me gusta nada. Esa mujer autorizaba y clausuraba los Teatros a su antojo.  Les permitía actuar y después los prohibía y luego los volvía a autorizar. Los actores se morían de hambre un rato y luego los dejaba comer. Una sociedad brutal que torturaba y mataba a diestra y siniestra convirtiendo lo peor en algo legal, acusaba a los actores de todos los pecados que la Iglesia consideraba necesario cultivar para seguir teniendo el poder. No. No me gusta esa reina como no me gusta ninguna. Pero esa un poco menos porque la asocian con uno de mis maestros.

Tango. Te pregunté que tenías y me respondiste nada. Y una imprevista lágrima traidora, como una perla de tus ojos fue a rodar.

Argentina vuelve a lo peor de su pasado. ¿Cuantías veces los que la gobiernan van a volver a pedir dinero al FMI para luego tener que someterse a sus dictámenes? Una música que suena y nunca fue posible irse con la música a otra parte. La llevamos puesta.

Miércoles 9 de mayo.  Si hago posteridad no hago presente.

Hannah Arendt. “Cada pensamiento nace de la experiencia, pero ningún hecho de la experiencia posee significado o incluso coherencia a menos que haya sufrido un proceso de imaginación y de pensamiento.”

El viaje del actor. No puedo salirme del cruce. Allí donde un concepto filosófico me inspira es porque me interpela y lo puedo llevar puesto a un ensayo o a una clase.

Jueves 10 de mayo. Eso que el personaje dice es lo que se oye del cuerpo. Eso que el personaje hace es lo que se ve de su voz.

 

 

 

 

 

7 comentarios

  1. Aquello ganado por el cuerpo es aquello que no podrá perderse. Aunque intensiva y desesperadamente su mente intente dominarlo con cadenas de pseudofrustración, el sabio cuerpo hablará expresando continuamente, su profunda necesidad de libertad.
    A Goyo mi respeto y a vos Jorge, un fuerte y kilometrico abrazo de paz.

  2. Escribir a fuego lento…

    Llevo días preguntándome si tengo sueños para conmigo. Ha sido como cerrar los ojos y quedarme en gris tratando de encontrar la bengala.

    Los amigos que se van y vuelven en la vigilia. Necesitaría besarlos y abrazarlos.

    No soy turismo, más si rutina; y me recuerdo que no me olvide de hacerme el amor.

    Eres Luz, Jorge, Maestro.

    Abrazos.

  3. A veces nos piden palabras y sólo tenemos abrazos o silencios. No sabemos. Otros saben. Nada grave. De Ángel González a Ángel González. «Leo poemas al azar, leo casi sin pensar en lo que leo. Cuando me encuentro un verso triste, siento en el alma como una caricia. No es que me alivie la tristeza ajena; es que me siento menos solo.» Gracias Jorge. Abrazos.

  4. El otro día visité el alma del Teatro Real. Las personas que trabajan allí y los voluntarios que lo enseñan hablan de él como si les perteneciese. Les pertenece. De allí me fui directamente a la Escuela. Tenía ensayo. Abrí la puerta con mi llave. Fui encendiendo luces. No se escuchaba ninguna voz. Ninguna palabra. Bajé a la sala grande y di a los interruptores de los focos. A todos. Barrí el suelo. Saqué los objetos que usamos en la escena. Me cambié despacio mientras esperaba la llegada de mi compañero. Releí el texto por … vez. Me coloqué en medio de esa caja tan negra y vacía como la de Malevich y, sin embargo, tan llena como la suya y sentí que me pertenecía y que le pertenecía. Un espacio para todos los que lo habitamos. También para Blanche, Martha, Chejov, Ramona o Gogo. Quería ensayar ya. Gracias Jorge. Enseñas.

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