Domingo 15 de octubre. Un regreso más.  Dos ciudades. Dos casas. Sin contradicciones que me bloquean asumo el tema casi como un legado. No me puedo ir de ninguna. No me quedo en ninguna.

Lunes 16 de octubre. Los regresos. Mis mujeres se deslizan por la casa y yo regreso con los relojes cambiados y los olores que me esperan, como si siempre estuvieran ahí. En el barrio. En la almohada. En la mirada de Camila que sabe hablar cada vez mejor de lo que le pasa. En Madrid tengo tanto pasado que siempre me protege o me acusa. Las dos cosas me gustan.

Martes 17 de octubre. Los alumnos. Siempre los alumnos alimentando el sentido. Menos mal. Los nuevos por desconocidos y los antiguos por fieles, todos en un territorio de miedos y complicidades que me dan presencia en lo que digo.

Una vez más Carlos Bolívar. Sostiene Bolívar y yo también.

Miércoles 18 de octubre. Me gustaría poder mirar a los ojos de cada actor, de cualquiera, de los que ganan mucho dinero y de los que ganan muy poco o nada, me gustaría mirarlos a los ojos y que me creyeran como a veces me cree un alumno. Quiero decirte:  solo te puedo hablar de la técnica y el arte. Del valor del ensayo para que descubras la técnica y el arte. Solo de eso.

Jueves 19 de octubre. Mi experiencia solo la puedo definir así: 45 años trabajando con y para el actor.

Viernes 20 de octubre. Muere Federico Luppi. Nos conocimos. Nos quisimos. Nos admiramos. Nos respetamos. Nos odiamos. Larga batalla desde el amor al odio. Hicimos lo que había que hacer cuando cada uno creía en lo que decía y hacía. Lo malo nació. Creció y murió en el marco de los ensayos. Llenamos la mitad de los teatros de España y no fuimos felices.

Acaba el Macbeth. Víctor Laplace surge por ahí. Como siempre y como los malos amantes que se hacen los magos. Mucho encanto y un suspiro. Por lo menos nos queda el suspiro. No es poco cosa en determinados momentos.

El actor aprende a construir desde la diferencia, no desde la perfección en la copia de aquello que se parece y refleja la vida. Los personajes no existen antes de que nosotros nos pongamos a construirlos. Florencia y Coni. Ellas dos.

 

Sábado 21 de octubre. Muere Mariasun. Mi amiga que desde la simpleza de su afecto construyó una red de verdades que ahora descubro. Soy un poco de esa historia que es la suya pero que me salva de mi estúpida petulancia narcisista.

Domingo 22 de octubre. Fede. Un hijo instalado ya en su historia y con alguna palabra que nunca diremos. Desde este cansancio que me invade cuando la muerte nos recuerda que algo le debemos, no tengo rencor que haga posible algo más que el buen silencio. Ambos lo somos porque el silencio grita. ¿No es cierto Griselda?

Miércoles 25 de octubre. Hemingway. Sus mujeres se atreven a soñar como si no existieran los hombres. El machismo lo atrapa una y otra vez, pero sueña mujeres que lo intentan de todas las formas posibles.

Jueves 26 de octubre.  Reencarnación. ¿Otra vez perro? Los catalanes se reencarnan en la nada. Buscan la identidad en las cloacas de su histeria y ahí no hay nada por averiguar. Las banderas ondeando al viento para merecer el elogio del viento. Poca cosa para tanto ruido que daña y daña y daña una vez más a la clase trabajadora.

Viernes 27 de octubre.  Una fábrica de cerveza que nunca tendré. ¿Sera eso?

Domingo 29 de octubre.  Peer Gynt a la una del mediodía. Allí donde alguna vez supe, disfrutar Estación Tango y me atreví por un rato a ser Astor Piazzolla.

Una señora dice: Esto es mejor que el Rey León. Aunque sea mentira es verdad.

Martes 31 de octubre. Esperando a Godot. Paloma Rodríguez dice cosas que no había dicho antes. Y yo escucho y puedo creer.

 

 

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