Viernes 24 de enero. El arte y un desorden inmutable, Nunca se detiene y nunca se escapa. Siempre se va para quedarse.

Sábado 25 de enero. Un monumento. Una estatua. Tumbas vacías.

Domingo 26 de enero.  Juan José Saer. “Tenía la posibilidad amistosa de esas cosas que nos son incomprensibles pero que ya no nos espantan porque hemos aceptado, quien sabe porque causa, su misterio”

Todo desaparece. Muere. Y todo espera para volver.

Lunes 27 de enero. Pedagogía. Regalar para ganar. Si te la guardas estas jodido. Eres un derrotado.

Martes 28 de enero. Dos horas al día para leer. Si no lo haces y solo lees tu teléfono o las redes estas atrapado. Te han matado.

Miércoles 29 de enero. La lectura es una medicina contra las arrugas. No te deja que te asustes frente al espejo.

Jueves 30 de enero.  La técnica. La acción dentro de la acción, dentro de la acción. Dentro de la acción, dentro de la acción. Eso me captura.

Viernes 31 de enero. Juan Echanove. El actor. El amigo. Ni Vargas Llosa ni Saura existen. Nunca hemos dejado de hacer la misma gira nacional. Borges siempre nos aguarda. Menos mal.

Sábado 1 de febrero. Otra vez Saer. Siempre Goyo. El entenado. “Resbalan hacia un abismo de eternidad desmantelada y negra”

Hay una pulsión que destruye. Pero lo creador me llama y en el tironeo inevitable y conocido me voy salvando.

Domingo 2 de febrero. Quizás debería ser impenetrable para la profesión en general. Transparente para mis alumnos y los actores cuando ensayo. Simple e invisible en casa al despertar. Tomando mate y leyendo. Como siempre.

Lunes 3 de febrero. La actuación impone una realidad y no a la inversa. La realidad al ser esencialmente inestable solo puede ser apresada a través de la actuación.

Martes 4 de febrero. Cuando me dijeron que había muerto yo estaba mirando por la ventana. Seguí mirando. Ella seguirá mirando por la ventana cuando alguien le hable de mí.

Miércoles 5 de febrero. El Trinche. Renace. El Trinche a veces lejano nos ha servido una vez más para creer. Claudio. Lucas. Pipi. Seguimos remando mientras gestionamos la frustración. Nunca llenamos los Teatros, aunque el Trinche nos llena a nosotros.j

Jueves 6 de febrero. El Alamillo. Mi casa. La fantasía de permanecer para siempre leyendo en la cama no desaparece, pero al mismo tiempo me invita a incorporarme y comenzar el día.

Viernes 7 de febrero. Segovia. No es el cochinillo. Es Noam.

Harry Haller. El lobo estepario. Vuelve algo del encierro en unos mismo para poder pensar. Y en la casa de Antonio Machado también había una puerta de salida.

Sábado 8 de febrero. Con Fermín Cabal. La mayor distancia en la máxima cercanía. Articulamos con placer y a un mismo tiempo conceptos que se oponen y se alimentan unos con otros.

Domingo 9 de febrero. Cuanto me cuesta ser sincero. No sé cómo hacerlo sin que una resistencia mayor se asome inquieta entre las palabras.

Lunes 10 de febrero. Murakami. El acto de escribir consiste en medir la distancia que existe entre el yo y las cosas que nos rodean. Lo que se necesita no es sensibilidad sino una regla.

Martes 11 de febrero. Mantengo el equilibrio en una cuerda invisible.

Hoy me resulta todo demasiado grande. Extenso. Me desborda por todos los frentes. Todo me avasalla con tanto poder que no acabo de descubrir un sitio para refugiarme.

Miércoles 12 de febrero. Nahuel. El hombre del Lago. Me gusta mucho tenerlo cerca.

El nudo trincheatico. Eso le digo a Fabian Apel.  Y por un instante y gracias al humor, me parece factible que ese nudo alimente una certeza.

Jueves 13 de febrero. La escena en sí. El Teatro como Arte. Un actor y una actriz. No puedo dejar de desear mayor cercanía y accesibilidad a la comunidad. Me repugnan los estúpidos de la alfombra roja. El Arte de nuestro tiempo debe buscar gente que entienda que lo que hace es un bien intangible. No una mercadería que se lleva al mercado y que se usa o se tira. El ombliguismo y la mezquindad no tienen tanto poder para fagocitarse todo. Hay algo más. El Arte debe ocuparse de habitarlo y de que la sociedad lo sepa.

 

 

 

 

 

 

9 comentarios

  1. Siempre el reencuentro, en el vacío, en el paso del tiempo, siempre la misma medicación: el escenario y la lectura para sostenernos un poco más.

  2. Y un día, sin fecha, sin hora y sin tiempo, entre los dobleces de nuestras sombras se nos revela la esencia de lo que Es y entonces lo nombramos: Arte.
    Al principio, éramos capaces de morir defendiendo su reino luminoso y fugaz; después, vomitamos sobre las letras que definen su nombre; y más tarde, con las manos vacías colgando de un cuerpo incrédulo, avanzamos como podemos, sobreviviendo al desprecio que nos provocan los que en nombre de un futuro que nunca es, anulan nuestra naturaleza eterna y trascendente y encapsulan nuestro espíritu, en una existencia diseñada por unos patrones cuya pretensión es morir más cómodamente a la vida.

  3. Esas puertas y ventanas que sólo aparecen cuando prefieres parar pero sigues escribiendo,
    Vuelves la vista atrás y los pensamiento se mueven por sí mismos.
    Decidí seguir, una vez más…

  4. Hola Contingencia,

    No saber antes de saber, contingentemente vital para darle sentido a todo. Cuando uno no sabe lo que va a ocurrir, deja a uno vivir en escena. Técnica. Gracias Tecnica. Gracias Jorge. Como en el día a día, como en la escena.

    Cuando mi maestro dice ‘me importa un carajo lo que sientas’ de eso no hay que encargarse, boludo!! Me rio. Nose porque, pero me rio.

    Laberintos por Cándido, Matías no estaba, abra que seguir buscándole. La próxima, por la cocina. Me recuerda mi querido Jorge quien era Guiomar, en esa época Machado tiraba sus heces por la ventana para limpiar, puede que sin saber que se iba a cantar por Castilla feliz a Serrat.

    Seguimos remando, viento estable…

    Bso y abrazo

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