Lunes 16 de marzo. El amor a la lectura. Un viejo amigo impertinente.

Martes 17 de marzo. El desamor. La gimnasia sexual, Lo cotidiano. Nada acabara con el amor. Nos enamoramos del placer de enamorarnos. Los coches no acabaron con el atletismo. Pues así.

Miércoles 18 de marzo. Encierro Uno. Juntos. En casa. Un virus que ataca la costumbre de estar en los bares.

Jueves 19 de marzo. Encierro Dos. Toso. Tengo fiebre. ¿Soy o no soy? Aunque esa no es la cuestión. “No hay test, pero te trataremos como si lo fueras” Vale. Lo asumo. Estoy bien. ¿Y Camila?

Viernes 20 de marzo. Encierro Tres. Carmita cerca. Me contagia pureza. No actúa. Igual que cuando lo hace en un escenario, sigue manteniendo la pureza de lo no contaminado.

Acumulo conocimiento y asombro. También acumulo dolor.

Sábado 21 de marzo. Encierro Cuatro. Ahora, En esta ciudad. Qué le diría James Joyce a Samuel Beckett mientras lo observa sentado. Meditando. Aburrido frente a la magnitud de un poema que no se atreve a escribir. ¿Decir qué?

Me dice Fabian Apel. “Las rebeldías tienen su tiempo histórico y no hay que cometer impertinencias. No valen en cualquier momento.” No se callar. ¡Qué vergüenza!

Domingo 22 de marzo.  Encierro Cinco. Cuando cierren los supermercados nos convertiremos en cazadores. Rita Terranova me pregunta.  ¿Dónde viven los doritos?

Lunes 23 de marzo. Nos han obligado a asomarnos desde la cima. ¿Que veo? Ya no sabía que podía mirar desde aquí. Hace 30 años en Palencia mi amigo Piñón me enseñó a mirar la caída del Sol. Autilla.  No me asuste. Fui feliz.  Tenía 30 años menos.

Martes 24 de marzo. Encierro Seis. Un niño dice Carmen. Será porque lloro un rato todos los días. Un llanto que quiere ser reparador, que no sé por qué viene, pero no lo puedo evitar.

Miércoles 25 de marzo. Encierro Siete. Las orientaciones morales y sociales no la dan los tertulianos sabihondos y estúpidos que salen en televisión. No señor.

Jueves 26 de marzo. Encierro Ocho. Los fracasos. Los fracasos. Los fracasos. ¿Algo más para poder aprender? Por supuesto que no.

Viernes 27 de marzo. La generosidad de la obra de Shakespeare. Se entrega y se mezcla con todo el mundo.

Encierro Nueve. El patriotismo es el otro. Eso que se está esperando que uno haga ahora, confinado. Eso que nunca eligió hacer cuando no tenía ninguna limitación.

Sábado 28 de marzo. No voy a México. No puedo tomarme en serio lo del Arte. Mi vacuna habitual. Soy Ahora Ausente Naufrago Inminente. ¿hay alguien ahí?

Domingo 29 de marzo. Encierro Diez. Los actores que nunca lo fueron emigran de los escenarios en los que poco rato estuvieron a las pantallas de los teléfonos donde se sienten eternos. Esa es la profesión. Y no va por dentro.

Lunes 30 de marzo. Encierro Once. No hay Método cartesiano. No hay pienso luego existo. No hay idealismo kantiano, A eso que, si tenemos y recuperamos ahora, lo nombramos como la astucia del cuerpo. Ese es nuestro mercado. Lo llevamos puesto.

Martes 31 de marzo. Encierro Doce. Trozos de personas rotas. Cuando salgamos de nuevo a las calles saldremos en trozos y habrá que aprender a buscar lo que ha quedado por ahí. Rotos de venganza. De mal trato. De desamor. Buscando el trozo perdido como si la culpa la tuviera el virus. ¿Habrá cambiado la esperanza de lugar?

Miércoles uno de abril. El cabello de una mujer hermosa es una riña salvaje entre el negro y algo gris que no acaba de cristalizar. El futuro.

Encierro Trece. No escaparemos de la bioquímica de la sopa germinal. Nunca dejaremos de ser bichos.

Jueves 2 de abril. Encierro Catorce. Dante Alighieri atraviesa el infierno para encontrar a Beatriz en el Edén. Será que Sartre no tenia razón. El infierno somos nosotros. Por eso se puede reparar.

Viernes 3 de abril. Salman Rushdie. “No se ponga de pie en las verjas del Zoo; si se cae se lo pueden comer los animales y eso los puede poner enfermos”

El sujeto actor actriz deviene creador y reinventa una y otra vez su lugar para existir, Sin premio ni castigo, La conciencia de si mismo como saber absoluto.

Encierro Quince. No sirve colocar actores en el mercado, Hay que salvarlos del mercado. Actuar desde un saber original, caracterizar antes de interpretar. Nadar antes de entrar al agua.

sábado 4 de abril. Encierro Dieciséis. Hegel, Momento especulativo. Lo místico. El único mercado que existe es el místico. Compramos y vendemos sin intermediarios esclavos. No mas batallas contra la estupidez de la alfombra roja. Somos lo positivo y lo negativo a un mismo tiempo. Ni compramos ni vendemos. Somos gente del Arte.

 

23 comentarios

  1. Te leo.Hay el tiempo.Alli estamos.Pasion y amor…cosa de argentinos.Creencia…de la buena.Abrazo desde un encierro mas…

  2. “ Ni compramos ni vendemos. Somos gente del arte. “
    Es tan hermoso y tan verdad esto. El poder lleva sabiéndolo toda la vida. Es por eso que se ningunea. Algo que no puede ser comprado, evaluado en divisas, no tiene precio. Ergo no puede ser manipulado.

    Cuando se abran fronteras de nuevo y podamos salir a la calle, seguramente el único sonido que reverbere será el de los altavoces del sistema. Un mensaje alto y claro de desesperanza y llamada al trabajo por escalas. Dejando claro a la mitad más uno de la población, qué es productivo.
    Y una vez más tu garganta y la mía serán actores terciarios para la rueda de paquidermo del gran capital.
    Aunque ahora nos escuchen y se entretengan desde sus cherlones, con los directos que generamos a través de las redes.
    Para los príncipes del mundo, somos morralla.

    Pero una cosa tiene que quedar clara:
    la parte de humanidad que a la humanidad salva, está prendida por esa llama que ellos no quieren valorar.

  3. La lucidez tiene un amante secreto, el miedo. Algunas veces devoramos la realidad para acomodarla a la altura de la mirada y poder descansar. Pero de igual manera que en un matrimonio estable, un día aparece sin darnos cuenta el amante, quien te roba el sueño, la rutina y consigue obsesionarte hasta que logra al fin que te entregues. El miedo a lo inesperado acompañado en un arrebato por la lucidez te obliga sin remedio a leer, escribir, pensar ..Siempre vigilando por el rabillo del ojo a la locura, la más entrañable y humana .

  4. Desde casa, la habitación, el baño puedes crear y desde la cama del hospital también puedes soñar. La creación es infinita e inespacial, puede venir como un caudal o un manantial. Somos de cuerpo, agua, aire, tierra y luz.

    Que pasa cuando por un momento pierdes miedo a la oscuridad, al no saber si estas despierto o reposando en el silencio de la nada, pasando túneles y túneles. Uno también sigue creando cuando no está, seguir el hilo, seguir cosiendo. Puedo aprender y decir si no estoy, que hecharia de menos durante una eternidad solamente mirar y contemplar a aquellos que hacen que todo tenga sentido, que todo haga vibrar. Suspiro sólo por el convivió.

    Cuando uno come sin ganas, ni sabiendo si come pure o pastillas, piensa entre lagrima y risa solo porqués y paraques, escuchando otros toser y retorcer. Dale cuchara, otra, otra hasta tocar base, te tengo fuerte, no te suelto. Hay que crear, hay que luchar, mucho por vivir y contar.

    Flechas con destellos con puntas de polvo de unicornio, llegan a uno en forma de hipertexto con abrazos, fuerza y ánimo, hacen que la fiebre y la tos no se nutran de mi cuerpo.

    Somos arte, somos artistas. Esta es nuestra batalla.

    El lado de la luz nos acompaña. En la escuela de Eines siempre hay una luz puesta.

  5. Gracias, Jorge, por tu sensibilidad y talento. Está bitácora, en medio de la tragedia, nos ayuda y marca un camino singular… El arte está ahí atravesando nos hasta en los peores momentos, acompañándonos con tu mano que se ofrece.. Esa que transforma todo en gotas de inteligencia y poesía junto al otro, al semejante… aquí estamos para andar junto a vos ; nos espera un buen puerto, ese que en medio de esta épica y, sin saberlo, estás ayudando a construir

  6. Cuando mi cuello no tenga la piel tensa, cuando ya haya caminos marcados por los años vividos, cuando ya la peste nos haya dicho: “Valora todo a tu alrededor y aprende de tu ayer mirando el mañana” ¿no será muy tarde? Ya lo escribió Saramago, camus y otros más. Esto también pasará. La sociedad tendrá que asumir la ruptura del miedo para volver a confiar en el contacto, en mirarnos a los ojos, en compartir siendo seres humanos. ¿Cómo será ese cambio? ¿Los de los niveles más altos seguirán mirando hacia abajo con la indiferencia? o ¿quizás se despertará el sentido común a una mirada humana? Será el desafío de encontrar otras maneras de relacionarnos, valorando tal vez lo que a nuestro alrededor tenemos o aplicando la ley del ¡Sálvese quien pueda! Esta realidad nos confronta y ninguno la esperábamos. Me transporto a pensar, miro el cuello, miro las líneas del tiempo en mi piel… ¿Estoy aún a tiempo de no crear líneas infructuosas en la extensa geografía de mi cuerpo? Miro el espejo en frente y ahí estoy yo, mirando desde el presente ese futuro, que es el pasado que fui… Habrá un futuro retrospectivo con miras al ayer.

  7. Tiempos que se tornan complejos, inesperados y hasta merecidos, si lo pensamos bien. Las circunstancias nos ponen al unísono de cara al miedo y a la incertidumbre; sólo de esta manera logramos frenar, meditar, reestructurar pensamientos… Vislumbrar lo verdaderamente valioso, todo aquello que en el cotidiano damos por hecho y que no valorábamos o pasamos por alto. En definitiva son tiempos de cambios y en efecto no saldremos siendo los mismos, pero sí podemos salir siendo un poco mejores, un poco más humanos, frágiles pero a la vez con más fuerza; fuerza para seguir encaminados en la lucha y más aferrados al Arte que nunca. Arte que repara, que confronta, que moviliza… Fuerza para todos.

  8. Actuar, esa forma de estar. Ahora. Otra vez. La actuación. Esos cuerpos haciendo morisquetas. Con desesperación. Con alegría. Intensidades. Energía. Ahora agazapada. Hidratandose. Pero hay q pensar en los actores q necesitan de la mirada para estar. Para no ser representados por el sentido. Hay q buscar otros sentidos. En la actuación. Eso q desvelaba a Hamlet.

  9. El encierro está en la mirada de cada uno, las posibilidades del ser humano siempre están en uno mismo, es donde todo empieza, llegará el momento en el que nos volvamos a encontrar y sigamos creando y construyendo esos mundos de títeres y marionetas, de acciones y palabras, de voz y armonía, más fuertes y más sensatos por el tiempo que ahora parece robado, pues se puede ver un regalo para vernos, conocernos y amarnos, solo así podremos devolver con verdad y amor lo que el arte es. El infierno se repara por que aprendemos a vernos y a entendernos desde otros lugares, se repara por que lo que nos impulsa siempre es el deseo creador, desde crear una mascarilla nueva, un respirador con máscaras de buceo y con nuevas formas de ver y entender el mundo, eso es arte.
    No vas a México, pero México ya te sabe y te siente, en tus palabras, en tus libros y en mi. La difícil tarea de creer que la cercanía está en el contacto, tan cerca como esta bitácora que ayuda al alma y a la mente. Te abrazo Maestro!!

  10. Yo vivo en una pradera.
    Me la regalo un profesor.
    Con el tiempo me di cuenta que había regalado montones. En realidad no regalaba praderas, sino metáforas, y te sacudía de un tirón al borde de tu propia libertad.
    Ahí sucede todo, al borde de uno mismo, de la piel para adentro.
    Eines, te regalo una pradera.

  11. Diario de un maestro.
    Ni siquiera el virus puede con nosotros
    El encierro cura ansiedades?
    El encierro es un proceso?
    Me pongo a nadar entonces

  12. He leído entre mis whatsapps que alguien se ha descubierto con demasiadas horas de bar y que el stay at home le cunde más.
    Y a mí me han dado ganas de comer doritos y chuparme los dedos, en mis salidas para ir a comprar el pan. Los doritos viven en las tiendas que están cerradas.
    Hay mañanas que despierto triste. Y lloro. Lloro hasta sentirme revitalizada y descargada. Eso está muy bien.
    Pienso que me tengo más amor en el tiempo de confinamiento que en los días de la cotidiana rutina donde a veces aparece el desamor.
    Algunas mañanas, por estornudar, me he preguntado si yo también soy o no soy, mientras me he cubierto la boca con mi antebrazo y he visto lo rápido que me he integrado a la supervivencia.
    ¿Hay alguien ahí?
    Sí, las campanadas de la iglesia, la lluvia, spotify, tú y el tiempo encontrado, compañer@s eternos a través de la pantalla del móvil y alguno que otro tik tok.

  13. ….Nos han obligado a asomarnos desde la cima. ¿Que veo? Ya no sabía que podía mirar desde aquí.
    Estamos «adentro» pero el momento nos lleva a ver desde arriba
    se ve mucho, demasiado
    no me gusta el mundo que veo querido amigo
    Pensar que en el ’68 nos empalagamos con «la imaginación al poder»
    De esa movida nos quedó el poder de la imaginación
    Tal vez por eso en cada uno de nuestros días de confinamiento se nos escapa una lágrima
    Mucho trabajo nos espera
    Mucho trabajo nos queda por hacer
    Tenemos que perdurar para poner nuestro ladrillo
    Como humildes albañiles ó geniales arquitectos
    Algo tenemos que poner
    todxs

  14. El mundo es UNO. Se realiza día a día y en esta época de «extrañamiento» no termina de inscribirse del todo. Al fin se está cumpliendo,el sueño romántico de la modernidad,que antes fue religioso y luego posmoderno, el de unificar el mundo bajo un único e inequívoco signo.
    cada época tiene su pretensión y lo que es más importante,su ideal que por efecto del sinsentido exige ser cumplido y que por esta misma ceguera desemboca en tragedia.
    Hoy el mundo es UNO y se llama Pandemia.
    Desde antiguo se proclamó el advenimiento del hombre nuevo revestido de las particularidades ideológicas y fantasmaticas de la época que tocara . La actual se ve atravesada por la irrupción de un Real,que algunos aún siguen llamando trauma y que se trata de una experiencia vital imprevisible,incalculable y silente que cambiará de manera irreversible los semblante con los que lo social se presenta. Incluso los semblantes de la actual ideología que compone gran parte del neoliberalismo donde lo social se niega y no existe mas alla de la cofradía de las corporaciones,una verdadera Internacional de las grandes empresas. Lo social no existe como vínculo que colectiviza,sino como puro mandato individual de enriquecimiento ciego. Sin embargo en esta situación de angustia transformada en miedo los mismos que con superioridad enunciaban su versión de»sálvese quien pueda» , ahora piden solidaridad y cooperación,para ellos claro.
    Como si de pronto se dieran cuenta que aún en el estado de capitalismo salvaje y voraz que padecemos y ejercitan, la falta de aire también afecta a los países ricos y a los ricos sin más.
    Y en esa devoción por el único signo, el dinero y sus distintas representaciones imaginarias como acumulación de bonos ,acciones ,títulos y demás «gadgets»,olvidaron acumular respiradores.

  15. Por fin encuentro algo de tiempo para poner un comentario en esta entrada, que, por cierto, es una de las más bellas y crípticas de tu diario. Tú lloras, tú enfermas, tú no puedes tomarte en serio el Arte. Y, sin embargo, ¿cómo eres tan lúcido para hablar de la diferencia y la equivalencia de los opuestos? Te siento poeta y la palabra no se te agota: «El cabello de una mujer hermosa es una riña salvaje entre el negro y algo gris que no acaba de cristalizar. El futuro». Quizá sea por esa costumbre o ese vicio de la lectura. Te veo abierto, profundo, excavando hacia el origen, hacia la pureza, la contaminación, hacia lo que permanece, hacia Shakespeare. Escuché recientemente una entrevista de Aute, en que el cantautor y artista polifacético hablaba de Shakespeare y decía que qué debía o podía hacer él en el Arte cuando este sujeto había explorado siglos atrás todo, había tocado todos los palos. Eso decía. Y hablaba de no querer ser nadie, de solo querer ser. Me recordó a ti, Jorge. Habló también de cualquier forma del arte como transgresión. Es cierto. Cuando acabe el virus, ahí estaremos los artistas, como siempre. Ahí permanecemos. Ahí aprenderemos del fracaso. Ahí. … Tengo esperanza, por fortuna o desgracia. Veo películas de Buñuel o de Fellini, películas terribles con Deneuve, con Magnani, con personajes pobres de una manera u otra, y tengo pesadillas, pero no puedo parar de ver. Y, a pesar de todo, sigo teniendo esperanza. Y siento que tú también la tienes. Vamos a hacer monólogos que paren el tiempo.

  16. Sin duda saldremos más reforzados de ésta situación. Nos ha detenido a todos pero las ganas de volar no paran.
    Ahora más que nunca el arte nos salvará.
    Frase del maestro.
    Gracias por la iniciativa de «Monólogos en tiempo de confinamiento» Os apuntais?

  17. Hola Maestro! Mi primer Maestro. Qué alegría leer tus notas! Qué belleza tus palabras! Y los doritos? No me contestaste. Intuyo que están en ese lugar no contaminado, donde nos comprendemos y acompañamos. Los quiero tanto! A Carmen, a vos…Y a los doritos!

  18. El olor a café, el típico cafetín argentino. Café de refugio, de pausa, de necesaria meditación. De palabras, decisiones y buscada soledad. Paradójica nube en tiempos de encierro. Mezcla de nido de ocultas soledades. Ese café excusa. Ese café escape. Ese café, en el que no se habla el libreto, dice Eines. El libreto, la letra se habla en el cuerpo. En el cuerpo se hace, como el amor.

  19. Marcho hacia atrás, los márgenes del tiempo, a lo largo, se solapan.
    La fugacidad nos predispone a sacudirnos de encima nuestra propia memoria.
    Cuántas lágrimas han derramado ojos que lo han visto todo?
    Se atraviesan campos infinitos de nada sembrados de memoria de todo.
    «Blanco sobre blanco» de Malevich. La Nada… o el Todo…
    No hace falta vivir una vida entera para percibir la propia existencia. El Tiempo no es lineal… parece…
    Sobreexposición de voces, de ideas, de rostros, de sies y de noes, de nosotros y de los otros, de esto y de aquello. Capas y capas de materia.
    Ser Nada, percibir la profundidad del tiempo, construirnos en todo lo ya existido y respirarnos en nuestra infinita incomplitud.

  20. El el camino estamos querido Jorge, maestro. mis frases en este tiempo, te las comparto son:
    Todo bien si esta bien.
    Es un acto de humildad soltar.
    ¿Qué me ha emocionado de la clase, de la cuarentena?
    A veces no hay que ser fuerte como un roble, si no dúctil como el aire.
    Cada cabeza es un mundo y cada corazón una razón.

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