Viernes 1 de diciembre. Cien años. La Revolución Rusa. Los bolcheviques dicen Paz. Pan Y Tierra. De esto hace 100 años.

La palabra que escribo me da vida o me mata. No tengo término medio.

La verdadera motivación para hacer teatro me la otorga la densidad de los procesos de creación durante los ensayos.

El miedo a morirme es proporcional a la cantidad y calidad del presente que no vivo.

Sábado 2 de diciembre. Hay que inventar el mientras tanto.

Domingo 3 de diciembre. Argentina- Nigeria en San Petersburgo. Voy con Camila. Solos. Tenemos entradas. Tenemos hotel. Tenemos viaje. Esta vez quizás pueda ver un Mundial de Futbol. Tan deseado. Tantas veces postergado.

Lunes 4 de diciembre. Recortes Cero. Presentación flyer dirigido por Colomo. Sigo sin renunciar a un proyecto que puedo entender y compartir porque siempre me llama desde la cultura. Me lo acabé de creer que los pueblos cultos son pueblos mas felices. Eso da sentido incluso a haber utilizado mi horario matinal de lectura en estar presente en un acto de carácter político.

Theodor Adorno. “La basura que desprenden los dedos del poder cuando se pasan las paginas del libro de la vida”. Los independentistas catalanes tienen la palabra. No es suficiente. Quieren el poder. No han leído a Adorno. Así les va.

Ensayar. Asumir riesgos con finales inciertos y con pocos recursos. Debo asumir que eso me impulsa.

No parezco muy español. Mas bien argentino. Me escucho hablar y no tengo ninguna duda. Es la deuda que paga mi cuerpo con la palabra. Tengo palabra y la sigo usando.

Lo que escribo aquí no es mucho mas que sentimientos perdidos y a veces recuperados. Hilvanados por amor a lo que hago. O para seguir amando lo que hago. Un poco pueriles. Infantiles. Mis trayectos por la palabra me siguen pareciendo caprichos de juventud cada vez mas elaborados. Solo por eso escribo este diario. Es la no perdida de la inocencia. Por lo menos el fracaso está garantizado. La perderé seguro.

Corioloano. Shakespeare.  Santa Fe. Octavio. Una totalidad que quizás se articule. Dice el actor de lo que escribo: “Un diario nostálgico, cargado de emotividad, recorriendo los recovecos de la memoria, festejando el presente creativo y un ojo en el porvenir.” ¿Y si eso fuera Coriolano y no este diario?

Carta de respuesta a Camila. 16 de Julio de 2016. Tengo puestas tus palabras. Tengo puesto tu amor. Las tres cosas me vienen muy bien para levantarme cada mañana. Simple y claro. Sin vueltas.

Martes 5 de diciembre. Hoy se cumplen 57 años de la muerte de mi padre. Gidal. Nombre ruso para una vida muy argentina. Con once años descubrí que los entierros eran una fiesta. Cuando escuché a Julio Sosa en el recitado de la Cumparsita surgió el tango y me apliqué a lo inevitable de la muerte. Descubrí la escritura y el arte. Ya nunca mas deje de ser un poco melancólico y un poco feliz. Con Piazzolla sigo deseando tener un padre y con mi cansancio por bandera, lo voy encontrando. El Otoño Porteño.

Miércoles 6 de diciembre. No soy un gurú. No estoy iluminado por nada ni por nadie. Trabajo bastante cada día para poder tener algo que contar y a veces, ni siquiera con tanto esfuerzo, lo consigo. Quiero creer que por eso escribo libros. Me dan mas tiempo para pensar en mis contradicciones y asumir con más dignidad mis carencias.

Jueves 7 de diciembre. «Si el temor a morir es más fuerte que el deseo, el sujeto se reduce a su esclavitud.» Thomas Sören Hoffmann, 2017.

 

 

 

8 comentarios

  1. Sigo este viaje porque no puedo evitarlo. Cuando la palabra parece hacer sucumbido a la inmediatez y la violencia de la imagen, hay quien insiste en defenderla. Menos mal.

  2. Hace muchos años el arte ingreso en mi sistema nervioso, el mismo a veces me hace piquetes, pero llegamos a un acuerdo. Este ser humano que la naturaleza ha moldeado y el cual un día descubrí ( Jorge ), tiene el poder en su interior de despertar unas pasiones tan terribles y tan sabias, que uno no sabia de sus existencias, la técnica que pregona, difícil, áspera, peleadora, jodida , es como una musa a la cual no podes dejar de enamorar…Sus cantos lejanos son difíciles de silenciar una vez que llegan a ti.
    Somos casi 7000 mil millones de almas esperando partir, en este mundo que gira , hay almas que te enseñan caminos tan maravillosos que solo podes recorrerlos si chocas con ella, ole. Que la vida les sea feliz. Gracias Jorge.

  3. Te leo, me embarga la melancolía y sonrío a la vez, es una manera de tenerte cerca, y eso me alivia, siempre que estoy confundida recurro a tu palabra y respiro. El invierno y este frío del norte, para mi nuevos, me hacen estar mas alerta, más presente. Te abrazo. Su

  4. Recogemos o recojo tu guante Jorge. Hoy viernes, de gris omnipresente, me dirijo a arreglar el paro. Ya no voy a arreglar este trámite como lo hacía antes, con la cabeza gacha y dándome caricias en el cogote, no. Me niego además. Ya hace tiempo que voy con la cabeza alta, convencido que esto, cocos tantas otras cosas forman parte de una forma de vida qur elegí.
    Intento escapar de la mediocridad. Y no es fácil, nada fácil. Porque es lista y huele bien en ocasiones. Y te dejas ABRIGAR por ella…
    No, a estas alturas y leyéndote Jorge, el viaje que un día empezamos sólo puede ser de ida.

Responder a Ernesto Rowe Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *