Viernes 8 de diciembre. Mi amigo español se llama Piñón. Nombre de payaso, pero es psicoanalista. Su mujer de toda la vida se ha muerto y no debería haberlo hecho. Se ha equivocado. Ha dejado a mi amigo semi perdido en una borrasca que se alimenta de una debilidad que yo desconocía.

La muerte. Ahora esta. Ahora no está. Ahora sí. Ahora no. Yo no entiendo.

Eusebio Priego. “Poner un pie es nacer a lo desconocido. Lo que no puede ser nombrado aun” Y nació muchas veces nombrando lo imposible. Y lo seguirá haciendo en la poesía y en la escena. “Cuantas veces he buscado en los espejos lo que no podían darme” La pregunta. Desde ahí hay un camino hacia el arte.

Domingo 10 de diciembre. Hay mujeres con una intuición que nunca les falla, Saben lo que es necesario y honesto al mismo tiempo. Yo no tengo eso. Mi tendencia es meterme en lugares inhóspitos y luego detenerme o arrepentirme. Bueno. No soy mujer.

Lunes 11 de diciembre. La obsolescencia programada. Las empresas programan la fabricación de sus productos incluyendo una fecha de caducidad. O se pudren o se rompen, pero hay que cambiarlos. Programan el final de la vida útil de los productos de forma premeditada para incrementar las ventas de forma artificial. Recortes Cero lleva en su programa su oposición a este proceder empresarial. ¿La obsolescencia no programada pero asumida como norma social en los vínculos de pareja como se debería denominar? Cansancio. Ausencia de pasión. Me molestan sus ruidos. Arrugas. No igual a mis padres. Ella engordó mucho. El ya no se cuidaba. Oposición a los valores religiosos. Falta de imaginación. Distintas maneras de nombrar la perdida de un deseo que alguna vez nutrió la convivencia parcial o continua. En los programas de los partidos políticos no se habla al respecto. A esto Freud le puso nombre. El Malestar en la Cultura. Deudores de ese malestar seguimos dando palos contra el calendario cambiando una y otra vez de hombre o de mujer.  No vaya a ser que el Talmud tuviera razón. Una vida una mujer. No. Ni una opción ni la otra. Ni la imposición de un Dios ni la exigencia del Dios dinero que todo lo puede. Incluso hacernos cambiar de pareja. No pensar. El que piensa pierde.

Martes 12 de diciembre. El Teatro mas tradicional nos habla de cultura. La palabra escrita es cultura. A esta cultura se le ha opuesto la cultura Hollywood inventada para el actor. La de la emoción. Estamos al borde de una nueva cultura y muchos en diversos lugares la vienen transitando con técnica y talento. La cultura del cuerpo integra y supera la palabra como literatura y la emoción como acontecer.

Miércoles 13 de diciembre. Me hubiera gustado que todo lo que escribo lo hubiera podido leer mi madre. No tuvo ninguna opción.  No tengo otra devolución que la que imagino. No busco lectoras en las mujeres. Busco madres.

La sangre. Un corte brutal. Luego de 40 años de escuchar palabras y silencios, nos une un precipicio. Bueno. Algo queda. Se puede mirar hacia atrás y hacia abajo. Eso es un hijo.

Jueves 14 de diciembre. Actores sin técnica. Cada movimiento de sus cuerpos, cada recorrido de sus manos, cada intento de comunicar con sus gestos, acaban siendo un signo secreto de lo que no pudieron ser y de lo que quizás pudieran haber sido.

Viernes 15 de diciembre. Ecos. Universidad Nariño. Bogotá. Alex y Felipe Botero. Fusionados en el recuerdo. 10 de agosto. Encuentro con alumnos y profesores. Ese día me atrevo, estimulado por una parroquia que me tiraba de la lengua. Le digo al rector de la Universidad y lo hago como consecuencia del intercambio con los alumnos: Alguna vez mas pronto que tarde, una Universidad excluirá la asignatura Análisis de Texto de su plan de estudios. No hay noticias por ahora.

Shakespeare quizás aterrice en Bogotá y Santa Marta. Cuatro mujeres remando contra corriente para decir lo imposible. El Instituto Nacional del Teatro de Argentina no paga el viaje. El Arte y las cuatro lo tienen, no podrá sucumbir al cansancio ni al deterioro de los vínculos personales. Alimentarse del cansancio es difícil, pero en algunos casos da de vivir y de comer. ¿Tenemos tiempo? La obra se llama: Macbeth. Yo no me voy a morir.

Sábado 16 de diciembre. El tango.  Triste porque sí. Bien pero mal también.

Las actrices que participaran en la entrega de los Oscar en EE. UU. han decidido que el día de la ceremonia vestirán de negro para denunciar a los hijos de puta que intentaron todas las tropelías que ya conocemos. Estoy muy sorprendido de la valentía que expresan. Vestirán de negro. No dicen. No iré a la Ceremonia. No. Vestirán de negro. Están de luto por todo lo ocurrido. Difícil de soportar. Nadie gestiona la mezquina estupidez de la alfombra roja. De pronto surgen impulsos de dignidad y al final siempre acaba en lo mismo. Manda el mercado y las experiencias traumáticas pueden acabar en campañas de prensa.

Peer Gynt en la portada de la revista de la ADE. Me gusta. ¿Por qué no?  Alguna vez hablaremos Carlos Rodríguez. Quizás. Alguna vez volveremos a hablar.

Todo se desvanece. A veces el desvanecimiento es fértil. Podemos llamarlo esperanzas creadoras. Para algunos que son capaces de leer una poesía para dos amigos fieles, el sentido siempre reaparece como promesa de algo que está a punto de nacer. La distancia nos protege del desencuentro.

Domingo 17 de diciembre. La acción es la música. Eso. Solo eso, es lo que el que actúa tiene que descubrir.

 

 

3 comentarios

  1. Cuando la gente me pregunta ¿Por que me vine a Madrid? , Mi respuesta es: Jorge Eines. Me vine a estudiar teatro, ñpero con tu nombre creo que está todo dicho para el que quiera entender.

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